'El tiempo y sus brisas', Fernando Fueyo

Unos ojos atentos, inquietos, que atraviesan el espacio multicolor, una escritura en imágenes que rescata la memoria del paisaje. Fernando Fueyo ha recorrido, en una peregrinación visual, las tierras de Castrillón como un artista romántico con su cuaderno de apuntes, esbozando distintas estampas del presente, pero también del pasado que se oculta tras el velo de ese presente. Una mirada indiscreta, que se acerca con sigilo e irrumpe en la intimidad del bosque y del monasterio, del castillo y de la duna, del campo y la mina, que da la palabra a los árboles y silencia los ecos de un mundo contemporáneo demasiado acostumbrado a gritar. Escenas en la vida de la naturaleza o de ese ecosistema histórico que ha cincelado el ser humano y que en el trazo lírico de este autor, capaz de pintar los susurros del viento, aparecen tocadas de un halo de realismo mágico. Y junto a la narrativa visual, una narrativa escrita, un viaje por los mismos caminos, emprendido por Iván Muñiz, que cuenta una historia en fragmentos. Una experiencia consagrada a recoger los pedazos que abandona el remolino del tiempo, suspendidos en el recuerdo como pétalos en el ojo de un huracán.