Museos
El castro de San Isidro se localiza sobre la línea de cumbres que señala la divisoria administrativa entre los municipios de Pesoz y San Martín de Oscos, a unos 600 metros de altitud.
A través de diferentes maquetas y paneles explicativos el visitante irá conociendo la historia del coto hullero (que comprendía terrenos de los concejos de Riosa, Morcín y Mieres) y en particular, el funcionamiento de esta línea y los elementos (máquinas, vagones, etc) que permitieron evacuar la
Datado en la década de 1920, promovido por la firma de capital vasco Hulleras de Turón, es una obra de ingeniería cuya reducida escala y su magnífica restauración permiten comprender el funcionamiento de estas instalaciones y lo que fue la historia industrial de la zona.
Colección museográfica de carácter etnográfico, con unas 2.000 piezas sobre las labores del castro y útiles de la vida diaria ubicados en una antigua casa de campesinos y ganaderos del siglo XVII. La vivienda consta de cocina con llareira, habitación y una sala o salón, con todos sus enseres.
El dolmen de la Santa Cruz es un monumento funerario del año 4000 a.c., formado por un montículo artificial en cuyo interior se localiza una cámara sepulcral compuesta por varias lajas de piedra.
El Aula Didáctica del Parque Arqueológico de la Cuenca del Navia intenta acercar al visitante a la comprensión de lo que se dio en llamar ''Cultura Castreña del Noroeste''.
Este centro se encuentra en una casona rural de dos plantas levantada en el siglo XVIII, que ha experimentado sucesivas ampliaciones y modificaciones.
Los romanos ya usaban en estas tierras los ríos y las ensenadas de la costa para su tráfico comercial, pero no fue hasta la Edad Media cuando comienzan a aparecer pequeños puertos de abrigo con fines comerciales y pesqueros con escaso tráfico de cabotaje.
El Puentón o Puente Romano es el monumento más representativo por antonomasia de Cangas de Onís. Su fábrica actual data de la Baja Edad Media, pero puede hablarse de orígenes romanos, tal como indican los gruesos contrafuertes y los agudos tajamares.
Dice la leyenda, que la Piedra de Filadoira la transportada una vieja hilandera en la cabeza sin parar de hilar, por toda la sierra desde San Roque hasta la Sierra de Entrerríos, para colocarla como cubierta de un dolmen.
Páginas
Zircon - This is a contributing Drupal Theme
Design by
WeebPal.